¡Humillado!
En cambio, el cobrador de impuestos se quedó a la distancia y ni siquiera se atrevía a levantar la mirada al cielo mientras oraba, sino que golpeó su pecho en señal de dolor mientras decía: “Oh, Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador”.
Lucas 18:13 NLT
__________________________________________________________________
Cuando realmente reconocemos quienes somos delante de Dios, nos humillaremos delante de su presencia.
Reconoceremos que no somos dignos de acercarnos a Él, pues aceptamos nuestra inmundicia y pequeñez ante su presencia.
Sentiremos un dolor sincero por haber pecado, lo que nos llevará a clamar la compasión, gracia y misericordia de Dios sobre nuestra vida.
© David García Licona – Septiembre 2014
Posted on September 8, 2014, in Lucas and tagged Compasión, Gracia, Humillación, Misericordia, Pecado. Bookmark the permalink. Leave a comment.
Leave a comment
Comments 0