¡Reconocer!

Jesús dijo: —Deberían orar de la siguiente manera: Padre, que siempre sea santificado tu nombre. Que tu reino venga pronto. Danos cada día el alimento que necesitamos y perdónanos nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que pecan contra nosotros. Y no permitas que cedamos ante la tentación.

Lucas 11:2-4 NLT

__________________________________________________________________

La oración no debería ser una acción mecánica o repetitiva que hacemos por costumbre. Orar de acuerdo al modelo de Jesús, es la acción y la actitud de reconocer quién es Dios, qué hace en nuestra vida y qué nos permite hacer.

Orar es reconocer que Dios es nuestro Padre, que es Santo, y que queremos que Él sea Señor y gobernador de nuestra vida. Cuando oramos también reconocemos que Dios es nuestro proveedor y que podemos pedirle lo que necesitamos.

La oración nos ayuda a reconocer que Dios perdona nuestros pecados, lo que también implica reconocer nuestra necesidad de perdón y nuestra disposición a perdonar. Al orar reconocemos nuestra debilidad, por lo que así mismo reconocemos que sólo Él puede librarnos de ceder ante la tentación.

© David García Licona – Junio 2014 

Deja un comentario